sábado, 25 de diciembre de 2010

A los hechos me remito

Te encuentras con alguien la noche del día de Navidad y de repente te das cuenta que se ha quedado vacío, que no es capaz de entender que todo es un juego. Y solo vive para apretar un gatillo, para acabar con el enemigo sin saber su nombre por el puro placer de hacerlo. La única neurona que le queda solo puede transmitir un mensaje de odio, disfrazado por una triste sonrisa. Sigue siendo el mismo chaval que nadie le importa, y tampoco importa a nadie. Pero ahora sabe disparar y gana un sueldo por ello.
Das pena. Si por alguna casualidad lees esto, sabes quien eres... Por desgracia más de uno podría darse por ofendido. Gracias porque si no llega a ser por TI, no me daría cuenta lo realmente valiosa que es la gente que no desperdicia su vida e intenta ayudar a alguien en vez de volarle la cabeza.

P.d: No todos los militares que conozco, por suerte, son tan idiotas como TÚ. Y de hecho hay gente valida, etc... Cada cual sabe lo que el mismo es.

P.d.d: Cuando tengas un poco de edad y pienses que has hecho con tu vida... Recuerda que eres idiota y alguno se alegrará cuando no estés por aquí

P.d.d.d: Me la suda tu mierda bélica y creo que si alguien tiene que tenerte miedo por eso... Es igual de idiota que tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario