domingo, 9 de mayo de 2010

En nuestra vida atravesamos varios niveles en el estudio.
En el nivel inferior, la persona estudia sin obtener resultados, y tiene la impresión de que él es torpe y los demás también. En el nivel medio, sigue sintiendose inútil, pero es consciente de sus carencias y también es capaz de advertir las carencias de los demás. En el nivel más alto, se enrgullece de su propia habilidad, le agradan las alavanzas de los demás y lamenta la falta de habilidad de sus compañeros. Un hombre así tiene aspecto de no saber nada.
En general estos son los niveles. Existe, sin embargo, un nivel que es el más excelente de todos. En él la persona es consciente de que el Camino que sigue es interminable, y no considera nunca que ha llegado al final. Conoce bien sus carencias y no llega a pensar nunca, en su vida, que ha conseguido superarlas. No tiene pensamientos orgullosos; contempla el Camino en toda su extensión con humildad. "Yo no conozco el modo de vencer a los demás, sino el de vencerme a mi mismo".
Avanza diariamente a lo largo de tu vida adquiriendo más habilidad que el día anterior, más habilidad que hoy. El proceso es interminable.



La lluvia te puede enseñar una cosa. Cuando te sorprende un chaparrón repentino, intentas no mojarte y corres deprisa por el camino. Si, por el contrario, intentas deslizarte bajo los aleros de las casas y recurres a otros subterfugios así, te mojas igual. Si estás resuelto a mojarte desde el primer momento, no te quedarás perplejo, aunque acabes igual de empapado. Esta lección se puede aplicar a todo.


Buena conversación ayer Pavi...